Como padres ocupados y multitarea, a menudo esperamos que nuestros hijos se entretengan mientras nosotros trabajamos, cocinamos o limpiamos la casa. Sin embargo, el juego imaginativo no es sólo una forma de llenar el tiempo de los niños, sino que es su forma de aprender. Los niños exploran su mundo y sus propios sentimientos a través del juego. También es muy importante para su bienestar físico y emocional. Así que, por muy cansado que esté al final de un largo día o por muy lleno de acción que esté el fin de semana, saque tiempo para jugar con sus hijos y disfrutar de los siguientes beneficios para toda la vida.
#1. Jugar crea oportunidades para crear vínculos
Los niños y los padres o abuelos pueden establecer una relación de confianza y cariño cuando juegan juntos. Pasar tiempo juntos realizando una actividad divertida crea recuerdos duraderos. Los niños aprenden a competir sanamente, a resolver problemas y a comunicarse jugando con los adultos de su vida. También demuestra a su hijo que usted es importante para él y que disfruta pasando tiempo con él.
También es muy importante que los niños y los abuelos establezcan vínculos y pasen tiempo juntos. Se ha demostrado que los niños con abuelos implicados son más seguros, más felices y más inteligentes gracias a esos vínculos. Los abuelos tienen mucha sabiduría que compartir con sus nietos y ofrecerles oportunidades para jugar juntos debería ser una prioridad. Además, es muy bueno para la salud de los abuelos, ya que los mantiene activos y con buena memoria.
#2. El juego imaginativo desarrolla habilidades
No es de extrañar que un niño aprenda mejor a través de juegos y juguetes. Puede aprender mucho con actividades prácticas y divertidas. El juego sensorial enseña a los niños las formas, el color, la textura y el olor. Los juegos pueden enseñar a resolver problemas, liderazgo y habilidades sociales. El juego imaginativo puede ampliar realmente sus habilidades de pensamiento crítico y creativo y ayudarles a explorar emociones y situaciones complejas en un entorno seguro. Algunos juegos imaginativos pueden incluso desarrollar la motricidad gruesa y proporcionar también actividad física.
Construir un fuerte, un castillo o una serie de túneles para jugar combina el juego imaginativo con la ingeniería básica y las habilidades motoras gruesas. La construcción de un fuerte es un juego que se ha mantenido a lo largo de generaciones y es algo que los padres e incluso los abuelos pueden disfrutar al recordar sus propios días de construcción de fuertes. Este es uno de los únicos juguetes que se pueden construir y luego jugar dentro.
#3. Jugar es una forma divertida de reducir el estrés
Vivimos en un mundo en constante evolución y lleno de altibajos. Los niños absorben los sentimientos y las tensiones de su hogar y necesitan una salida para el estrés tanto como los adultos. Dedica tiempo a las sonrisas y a las risas para reducir de forma natural el estrés de los miembros de tu familia de todas las edades jugando y construyendo fortalezas juntos. Cuando crecemos, nuestras vidas suelen girar en torno al trabajo y empezamos a infravalorar la importancia de relajarnos y jugar. No sólo os divertís tú y tu hijo cuando jugáis juntos, sino que estás enseñando a tus hijos que sacar tiempo para disfrutar de la vida es importante.